ACAPULCO (UN POCO DE HISTORIA)

club residencial Las Brisas
El inicio de este proyecto tiene algo de leyenda, ya que los detalles de lo sucedido han trascendido en forma oral entre los viejos empleados del lugar.
Así, la historia dice:
Don Juan March, un español que había recorrido el mundo, solo por aventura, termina en San Francisco, California, casado con la hija de un prominente abogado, de quien se dijo que era accionista de una compañía de ferrocarriles, socio del Bank of America y, en su tiempo, presidente de la Barra de Abogados.
Juan March es nombrado representante del Banco de América en Latinoamérica, con sede
en la ciudad de México, ya que su conocimiento del idioma le daba una gran ventaja en esa posición; algunos empleados señalaron que el nuevo banquero recorría América Latina y el Caribe, usando los servicios de Pan Am y American Airlines.
En un viaje a Acapulco, se enamoró de una parte del cerro que, bajando desde la carretera Escénica, llegaba hasta la costa rocosa, donde había un lugar que los acapulqueños conocían como La Poma pues ahí se encontraba una enorme roca que, a pesar de sus gigantescas dimensiones, uno la podía mover, pues se trataba, desde luego, de una piedra "pomex".
Toda la propiedad ofrecía una maravillosa vista del mar y la bahía. Eolo era generoso con el área y constantemente soplaba una suave brisa, por lo que al adquirir la propiedad de don Manuel Suárez (que había hecho la Escénica), don Juan no batalló para encontrar nombre al lugar, llamándolo: LasBrisas.
Así se estableció la compañía Propiedades del Monte, S.A., con la queurbaniza el área y comienza a construir residencias, mismas que contaban con algo poco común en Acapulco: ¡piscinas!.
La historia demostraría que no estaba tan loco, ya que encontró en cada
banquero mexicano, un comprador para las residencias que comenzaron a poblar
el cerro.
¿Cómo podía salir mal el proyecto? el banquero compraba y si necesitaba
financiamiento, el Banco de América apoyaba, y don Juan estableció además el
Club Residencial Las Brisas, que rentaba las casas, con lo que se pagaban los
gastos, el financiamiento y todavía quedaba una utilidad para todos.
El concepto de la renta de residencias con piscina, cocina y servidumbre era
tan novedoso, que tuvo éxito inmediato, y las familias o grupos de personas que
las reservaban, llegaban de uno a tres días antes de su fecha confirmada, para
asegurarse de que la ocuparían ellos, buscando mientras tanto dónde hospedarse.
"Cualquier lugar", decían, y don Juan y su equipo se daban a la tarea de buscarles
alojamiento.
Como para demostrar más que no estaba tan loco, adquirió un terreno al otro
lado de la Escénica, con el fin de construir un motel, donde se pudieran hospedar
los turistas, mientras su residencia se desocupaba.
De este modo se inició el Club Residencial Las Brisas al comenzar la
temporada de invierno de 1957-1958, sin imaginar nadie que el lugar se convertiría,
al paso de los años, en uno de los mejores hoteles del mundo y el más exclusivo y
caro de toda Latinoamérica.
El motel consistió en una serie de pequeños bungalows que don Juan hizo
construir a ambos lados de una serpenteante carretera que subía por la montaña.
La construcción se hizo de manera que ningún techo obstruyera la vista de la
terraza del cuarto superior y, se dice que una constructora se equivocó con una
sección de varios cuartos, cuyos techos 'tapaban' la vista al mar de los cuartos
ya construidos en la parte superior de la calle; para remediarlo, don Juan hizo
que los techos se 'bajaran', empleando para ello una técnica que le valió la
reconfirmación de que estaba "loco".
Todos los cuartos cuyo techo estorbaba, fueron llenados en su interior con
barras de hielo, mientras cuadrillas de trabajadores demolían paredes y castillos
hasta la altura deseada, dejando un hoyo en la losa sobre cada castillo o columna.
Al derretirse el hielo, las losas de los techos fueron bajando hasta el nivel
requerido, donde fueron 'amarradas' sin ser demolidas. Esto significó el ahorro
de volverloS a construir, aunque nunca se dijo cuánto costó el hielo.
no se ha podido determinar si don
Juan le copió a Teddy Stauffer (Villa Vera), o fue Teddy quien le copió a don Juan,
el hecho es que éste construyó, entre algunos bungalows, pequeñas piscinas
que compartían dos o más cuartos, incluyendo algunos que tenían
piscinas privadas que fueron llamados: "Para Luna de Miel"; el toque
distintivo del lugar fue que todos los espacios entre las construcciones, fueron
llenados de plantas con flores, sobre todo de tulipanes, con vegetación tan
exuberante, que algún escritor llegó a comparar el lugar con los Jardines
Colgantes de Babilonia.
Durante la temporada inaugural, que fue del 26 de diciembre de 1957 al 7
de abril de 1958, los precios de las habitaciones fluctuaban entre los $200 y los
$350 pesos, y las casitas de luna de miel $400 los precios incluían un termo de
café por las mañanas y fruta fresca durante el día, la cual se colocaba en el
refrigerador del bien surtido bar que cada cuarto tenía para consumo de los.
huéspedes y, en el cual, la coca cola costaba 50 centavos, mientras que la cerveza
$1.50 pesos.
Se contaba además con servicio limitado de lavandería, restaurante, bar,
tienda y peluquería.
Sobre las rocas de la costa, don Juan hizo construir una alberca que se
alimentaba con agua del mar, por medio del oleaje
cuyo uso compartían los invitados del hotel con los dueños de las residencias o
sus huéspedes. Ésta se llamó La Concha y tenía un servicio limitado de
Snacks Bar.
Otro gran atractivo y novedad en Acapulco, fueron los jeeps, que pintados
de rayas rosa y blanco, con toldos de lona con los mismos colores, eran
rentados a los huéspedes "sin chofer", por $50 pesos. Esta idea de los jeeps
ya había funcionado en Las Bahamas, donde seguramente don Juan los vio,
pero establecerlos en Acapulco, le costó mucho trabajo por la oposición de
los taxistas.
Sin embargo, desde el punto de vista de la clientela, quizá lo más novedoso
fue el "cargo por servicio" que se aplicaba a las cuentas de los clientes, en lugar
de todas las propinas , Desde luego que dar o recibir
propinas, no era permitido, con lo que se afirmaba el concepto de Club Privado
con el que operaba .

FUENTE: ORIGEN Y EVOLUCION DEL TURISMO EN ACAPULCO

FRANCISCO R. ESCUDERO