Capítulo 2:
EL GRAMOFONO Y EL DISCO
El piano se vio sustituido gradualmente por el gramófono, inventado por Thomas Alva Edison en 1877. La máquina consistía en un cilindro envuelto en una lámina de estaño: el sonido se registraba en dicha lámina a través de una aguja conectada a un micrófono. Una aguja reproductora convertía las muescas dejadas sobre la lámina de estaño por el sonido registrado, para volver a convertirlas en sonido. El gramófono fue perfeccionado por Emile Berliner que, tras experimentar con la electricidad y la acústica, inventó un micrófono eléctrico. Más tarde, Berliner desarrolló y patentó un gramófono capaz de reproducir un disco plano. Éste fue el comienzo de una de las más grandes y rentables industrias de nuestro tiempo, la discográfica.
Caruso fue el primer artista en obtener grandes ganancias por sus discos. Los artistas de blues de los años veinte también vendieron miles de discos, pero fue Paul Whiteman quien obtuvo un éxito comercial masivo, inaugurando una nueva y dorada era del disco que alcanzaría su punto álgido en la época del swing. La expansión de la industria del disco se vio frenada por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Por una parte, se impusieron restricciones sobre el material con el que se fabricaban los discos, la goma laca. Por otra, se declaró la primera huelga de músicos: pedían que les fueran pagados los derechos de autor generadas por la reproducción mecánica de sus obras en las máquinas de discos y en la radio. Los años de la posguerra significan la consolidación de la industria del disco, que vivió uno de sus momentos de mayor crecimiento en la era del rock & roll. Es en esa época cuando se sustituye el pesado y frágil disco de 78 rpm por una versión más pequeña y flexible, el single o sencillo, de 17 cm de diámetro. El Lp (long play o larga duración) se empleó por primera vez para la música clásica, el jazz y las bandas sonoras de las grandes películas musicales como Alta sociedad, con canciones de Frank Sinatra, Louis Armstrong y Bing Crosby. Frank Sinatra fue, asimismo, protagonista de uno de los momentos clave para la expansión del formato de larga duración, la publicación de su disco Songs for Swinging Lovers
El sencillo siguió siendo el formato favorito del gran público a lo largo de la era del rock & roll hasta que, a finales de la década de los setenta, los grupos de rock comenzaron a tener una visión mucho más conceptual de su obra, creando discos conceptuales en los que lo que importa es la obra global y no la canción. Es en ese momento en el que el single queda relegado a una función meramente promocional y a punto está de dejar de ser comercializado. El sencillo vuelve a aparecer en la década de los ochenta en forma del maxi-single a 45 rpm, una versión más larga y bailable de una canción extraída del Lp correspondiente, que luego derivaría en las remezclas, tan populares a partir de los años noventa. El CD ha sustituido al vinilo a partir de finales de la década de los ochenta y, en la actualidad, la industria discográfica se enfrenta a un nuevo reto, Internet, que puede transformar de forma drástica la comercialización de la música en un futuro próximo.
EL GRAMOFONO Y EL DISCO
El piano se vio sustituido gradualmente por el gramófono, inventado por Thomas Alva Edison en 1877. La máquina consistía en un cilindro envuelto en una lámina de estaño: el sonido se registraba en dicha lámina a través de una aguja conectada a un micrófono. Una aguja reproductora convertía las muescas dejadas sobre la lámina de estaño por el sonido registrado, para volver a convertirlas en sonido. El gramófono fue perfeccionado por Emile Berliner que, tras experimentar con la electricidad y la acústica, inventó un micrófono eléctrico. Más tarde, Berliner desarrolló y patentó un gramófono capaz de reproducir un disco plano. Éste fue el comienzo de una de las más grandes y rentables industrias de nuestro tiempo, la discográfica.
Caruso fue el primer artista en obtener grandes ganancias por sus discos. Los artistas de blues de los años veinte también vendieron miles de discos, pero fue Paul Whiteman quien obtuvo un éxito comercial masivo, inaugurando una nueva y dorada era del disco que alcanzaría su punto álgido en la época del swing. La expansión de la industria del disco se vio frenada por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Por una parte, se impusieron restricciones sobre el material con el que se fabricaban los discos, la goma laca. Por otra, se declaró la primera huelga de músicos: pedían que les fueran pagados los derechos de autor generadas por la reproducción mecánica de sus obras en las máquinas de discos y en la radio. Los años de la posguerra significan la consolidación de la industria del disco, que vivió uno de sus momentos de mayor crecimiento en la era del rock & roll. Es en esa época cuando se sustituye el pesado y frágil disco de 78 rpm por una versión más pequeña y flexible, el single o sencillo, de 17 cm de diámetro. El Lp (long play o larga duración) se empleó por primera vez para la música clásica, el jazz y las bandas sonoras de las grandes películas musicales como Alta sociedad, con canciones de Frank Sinatra, Louis Armstrong y Bing Crosby. Frank Sinatra fue, asimismo, protagonista de uno de los momentos clave para la expansión del formato de larga duración, la publicación de su disco Songs for Swinging Lovers
El sencillo siguió siendo el formato favorito del gran público a lo largo de la era del rock & roll hasta que, a finales de la década de los setenta, los grupos de rock comenzaron a tener una visión mucho más conceptual de su obra, creando discos conceptuales en los que lo que importa es la obra global y no la canción. Es en ese momento en el que el single queda relegado a una función meramente promocional y a punto está de dejar de ser comercializado. El sencillo vuelve a aparecer en la década de los ochenta en forma del maxi-single a 45 rpm, una versión más larga y bailable de una canción extraída del Lp correspondiente, que luego derivaría en las remezclas, tan populares a partir de los años noventa. El CD ha sustituido al vinilo a partir de finales de la década de los ochenta y, en la actualidad, la industria discográfica se enfrenta a un nuevo reto, Internet, que puede transformar de forma drástica la comercialización de la música en un futuro próximo.
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