La peor tragedia en la historia del puerto de Acapulco ha sido sin duda el incendio del “Teatro Flores” la noche del 14 de Febrero de 1909 a las 10 de la noche durante su inauguración.
Este lugar se encontraba atrás de la catedral en donde actualmente se encuentran las oficinas sindicales del H. Ayuntamiento
En un día de fiesta para la población porteña con motivo del agasajo para el último gobernante de la dictadura el Ing. Damián Flores se programaron una serie de actividades como fueron la colocación de un “palo ensebado” inclinado colocado en la popa de un lanchón, regatas en pequeñas canoas, regatas en tinas, concursos de natación etc.
Como numero principal estaba la función de gala en el “Teatro Flores” con lo más reciente del “Cine Mudo”, en esta ocasión con la presentación de “La pasión por el billar”, los invitados de honor eran el propio Ing. Damián Flores y altos funcionarios civiles y militares.
El “Teatro Flores” fue adquirido en la ciudad de México, era un “Jacalón” de madera vieja y seca pintada al oleo, con el techo de plomo, la caseta del operador de madera también y sin caja de seguridad, corriente directa generada por potente planta especial pues el puerto carecía de energía eléctrica.
Dio inicio la “función de gala” y después de un corto tiempo vino una interrupción y luego otra mas prolongada que aprovecharon muchos para salir a tomar un refrigerio en el pórtico del teatro en donde había una cantina y eso fue lo que les sirvió para salvar su vida.
Eran las 10:10 de la noche cuando dio inicio el fatídico incendio en el que la mayoría no pudo salir del teatro por no tener las suficientes salidas de emergencia, y en las que había, las puertas en lugar de abrir hacia afuera eran al revés, y el techo era nada menos que de plomo, mucha gente pereció asfixiada, otras mas aplastadas por la muchedumbre que intentaba inútilmente de encontrar la salida, y otros mas calcinados por las llamas, se vieron numerosos casos de gente que alcanzo a salir convertidas en teas humanas y corrían hacia el muelle para aventarse al mar y apagar sus llamas pero la mayoría no lo consiguió y quedaban en el camino, en poco mas de 15 minutos el teatro se derrumbo acabando con esto la posibilidad de salvar mas vidas y sepultando entre sus escombros a valerosos policías y particulares que entraban y salían rescatando victimas.
Después de la catástrofe se dieron a la tarea de hacer un censo casa por casa para saber los nombres de las posibles victimas y se dio el caso de encontrar en algún hogar niños llorando porque sus padres habían ido a la función de cine y ya no regresaron.
En un creciente puerto con una población de 6000 habitantes fue una gran tragedia perder en una noche 400 de sus integrantes quemados en una función de cine.
Los cuerpos carbonizados, muy pocos de ellos enteros, y otros en pedazos fueron trasladados al camposanto en los 4 carros de limpia que tenia el puerto, estos tirados por mulas, la mayoría de los muertos fueron a parar a una fosa común en el panteón de “San Francisco” y muy pocos fueron reconocidos y sepultados aparte por sus familiares.
Esta es una de tantas historias de nuestro puerto de Acapulco desconocida por muchos y considere prudente hacérselas saber.
Este lugar se encontraba atrás de la catedral en donde actualmente se encuentran las oficinas sindicales del H. Ayuntamiento
En un día de fiesta para la población porteña con motivo del agasajo para el último gobernante de la dictadura el Ing. Damián Flores se programaron una serie de actividades como fueron la colocación de un “palo ensebado” inclinado colocado en la popa de un lanchón, regatas en pequeñas canoas, regatas en tinas, concursos de natación etc.
Como numero principal estaba la función de gala en el “Teatro Flores” con lo más reciente del “Cine Mudo”, en esta ocasión con la presentación de “La pasión por el billar”, los invitados de honor eran el propio Ing. Damián Flores y altos funcionarios civiles y militares.
El “Teatro Flores” fue adquirido en la ciudad de México, era un “Jacalón” de madera vieja y seca pintada al oleo, con el techo de plomo, la caseta del operador de madera también y sin caja de seguridad, corriente directa generada por potente planta especial pues el puerto carecía de energía eléctrica.
Dio inicio la “función de gala” y después de un corto tiempo vino una interrupción y luego otra mas prolongada que aprovecharon muchos para salir a tomar un refrigerio en el pórtico del teatro en donde había una cantina y eso fue lo que les sirvió para salvar su vida.
Eran las 10:10 de la noche cuando dio inicio el fatídico incendio en el que la mayoría no pudo salir del teatro por no tener las suficientes salidas de emergencia, y en las que había, las puertas en lugar de abrir hacia afuera eran al revés, y el techo era nada menos que de plomo, mucha gente pereció asfixiada, otras mas aplastadas por la muchedumbre que intentaba inútilmente de encontrar la salida, y otros mas calcinados por las llamas, se vieron numerosos casos de gente que alcanzo a salir convertidas en teas humanas y corrían hacia el muelle para aventarse al mar y apagar sus llamas pero la mayoría no lo consiguió y quedaban en el camino, en poco mas de 15 minutos el teatro se derrumbo acabando con esto la posibilidad de salvar mas vidas y sepultando entre sus escombros a valerosos policías y particulares que entraban y salían rescatando victimas.
Después de la catástrofe se dieron a la tarea de hacer un censo casa por casa para saber los nombres de las posibles victimas y se dio el caso de encontrar en algún hogar niños llorando porque sus padres habían ido a la función de cine y ya no regresaron.
En un creciente puerto con una población de 6000 habitantes fue una gran tragedia perder en una noche 400 de sus integrantes quemados en una función de cine.
Los cuerpos carbonizados, muy pocos de ellos enteros, y otros en pedazos fueron trasladados al camposanto en los 4 carros de limpia que tenia el puerto, estos tirados por mulas, la mayoría de los muertos fueron a parar a una fosa común en el panteón de “San Francisco” y muy pocos fueron reconocidos y sepultados aparte por sus familiares.
Esta es una de tantas historias de nuestro puerto de Acapulco desconocida por muchos y considere prudente hacérselas saber.
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