La radiodifusión comercial en Acapulco se inició el 6 de julio
de 1941.
La segunda conflagración mundial , iniciada con la
declaración de guerra por Francia e Inglaterra el 3 de septiembre
de 1939 a Alemania y que duró hasta el rendimiento de ésta
última en mayo 7 de 1945, hizo que el turismo derivara de todas
partes a México.
Con el epílogo de la rendición de Japón el 2 de septiembre del
mismo 1945, acabó por encauzar la corriente turística hacia
Acapulco.
Aquí encontraron paz, tranquilidad, hospitalidad y
disfrutaban de paradisíaco paisajes verdaderamente fascinantes.
Europa estaba destrozada y no era prudente viajar hacia
allá.
Acapulco acabó por tener gran renombre y fué un polo turístico.
Este empuje alcanzó también a la comunicación comercial a
través de la radio, combinó entrenamiento con publicidad.
Un Matrimonio de jalisciences, Ramón Ortega Escobedo y
Esther solano, Tuvieron oportunidad de lograr una concesión. El
no se atrevia, porque desconocía el ramo, pero ella lo convenció
y ofreció apoyarlo moral y económicamente.
lo cumplió, su negocio de curíosidades era floreciente y
sostuvo el gasto hasta que tuvieran la concensión y luego hasta
que la misma fuera autosuficiente.
Doña Esther adquirió una superficie de terreno para poner allí la caseta y en ella la antena. Después
el mismo vendedor que antes no quería acabó por venderle el
total del terreno.
En la propiedad que dicho matrimonio tenia frente a la Plaza
Juan Alvarez, estaba el negocio mencionado y allí mismo vivían,
Pero como por lo pronto las circunstanciass lo requerian,
también ahí se acomodó el teatro-estudio, la cabina para el
locutor (en un espacio como de dos metros cuadrados) y en breve
medida, tornamesa. transmisor (muy chico) , una silla, pequeño
casillero para elementos auxiliares, unos álbumes de música
clásica de grandes maestros y un ventilador, pues parecía y era
otra cosa menos de una difusora.
Junto a esta minúscula cabina un estante en donde se pusieron
los discos, de marcas famosas no más, grabados para 78 RPM.
A la entrada estaba la oficina minúscula, con teléfono,
máquina de escribir, escritorio, silla y una reproductora
magnetofónica para radionovelas.
El teléfono para intercomunicación por cable directo era tipo
de los que usaban en el lejano oeste, de vuelta y vuelta y bocina
al modelo exterior y así mismo los timbres.
Las siglas asignadas por la SCOP fueron XEKJ, potencia 250
watts de salida y frecuencia 1400 kc, en onda larga.
El Primer locutor se llamó Eduardo Moreno Flores.
Un ingeniero alemán, de apelativo Dortch, que queria mucho
a Acapulco se encargó de la
instalación de todo, construyo con sus manos la planta
transmisora.
El primer anuncio fué pagado por el Señor Carlos Varcácel,
español, muy conocido y estimado que fundó una gran familia en
Acapulco y costo treinta centavos, con duración de 30 segundos.
Acapulco era muy sonoro, tenía un eco especial y todo lo que
se decía al viento en seguida era sabido por todo el vecindario.
De ahi tanta expectación, creciente con las pruebas y la gente ya
quería captar en sus receptores elemetales lo que generara la KJ
local.
El 6 de julio de 1941 apenas amanecía cuando se repetían la
mañanitas con música y voces de amigos y conocidos a las
puertas de la casa-comercio-radiodifusora de marras.
La lluviá no impidió una concurrencia interminable, que
culminó en las horas vespertinas a pleno sol, pues no cabía en el
pequeño teatro y aún en el interior de la casa en donde se
repartían comida, refrescos, botanas y bebidas.
La autoridad municipal y la estatal enviaron representantes
con sus saludos y felicitaciones al esfuerzo y logro de la empresa.
Felicitaciones telegráficas, telefónicas y verbales se recibieron
todo el día. Regalos florales y otros presentes se recibieron.
Bellas chicas adornaron la fiesta.
Ante los micrófonos desfilaron personas de todas las
actividades. Larga lista fué la de los artistas, singularmente y en
grupo, que sudaban a mares, pero ponían el corazón de tanto
gusto y tantos aplausos y gritos, cantaron lo que el público pedía.
Los ritmos en boga eran bolero, swing, blues, danzón, corrido,
ranchera y algunas ocasiones las más populares canciones o
melodías instrumental es extranjeras, con los más célebres
intérpretes.
Un grito unánime impresionó al centro de la población y en
donde llegó a través de los micrófonos, en punto de las 13 horas,
cuando salió al aire la rúbrica de la popular KJ.
Por la XEKJ pasó como invisible pero audible mucha parte de
la historia de Acapulco.
En esta radiodifusora iniciaron las clases de ingles al aire a cargo de Sr. Morris Silverman , una hora al atardecer repartiendo el tiempo de la siguiente manera, la primera media hora dedicada a los niños con las frases más comunes de sus primeros pasos escolares, con la familia y los amigos. Los saludos, partes de sus casas, las calles, la ciudad, sus juegos, sus juguetes, sus libros y accesorios escolares, etc.
La media hora siguiente dedicada a los prestadores de servicios turisticos enseñando las frases mas elementales utilizadas para atender al visitante.
Programas, concursos teatro, pláticas, conferencias, sucesos
de gran trascendencia en la vida citadina, acciones de carnaval y
fiestas cívicas, bien en la cabina, o en el teatro estudio o a
control remoto pasaron por la XEKJ.
de 1941.
La segunda conflagración mundial , iniciada con la
declaración de guerra por Francia e Inglaterra el 3 de septiembre
de 1939 a Alemania y que duró hasta el rendimiento de ésta
última en mayo 7 de 1945, hizo que el turismo derivara de todas
partes a México.
Con el epílogo de la rendición de Japón el 2 de septiembre del
mismo 1945, acabó por encauzar la corriente turística hacia
Acapulco.
Aquí encontraron paz, tranquilidad, hospitalidad y
disfrutaban de paradisíaco paisajes verdaderamente fascinantes.
Europa estaba destrozada y no era prudente viajar hacia
allá.
Acapulco acabó por tener gran renombre y fué un polo turístico.
Este empuje alcanzó también a la comunicación comercial a
través de la radio, combinó entrenamiento con publicidad.
Un Matrimonio de jalisciences, Ramón Ortega Escobedo y
Esther solano, Tuvieron oportunidad de lograr una concesión. El
no se atrevia, porque desconocía el ramo, pero ella lo convenció
y ofreció apoyarlo moral y económicamente.
lo cumplió, su negocio de curíosidades era floreciente y
sostuvo el gasto hasta que tuvieran la concensión y luego hasta
que la misma fuera autosuficiente.
Doña Esther adquirió una superficie de terreno para poner allí la caseta y en ella la antena. Después
el mismo vendedor que antes no quería acabó por venderle el
total del terreno.
En la propiedad que dicho matrimonio tenia frente a la Plaza
Juan Alvarez, estaba el negocio mencionado y allí mismo vivían,
Pero como por lo pronto las circunstanciass lo requerian,
también ahí se acomodó el teatro-estudio, la cabina para el
locutor (en un espacio como de dos metros cuadrados) y en breve
medida, tornamesa. transmisor (muy chico) , una silla, pequeño
casillero para elementos auxiliares, unos álbumes de música
clásica de grandes maestros y un ventilador, pues parecía y era
otra cosa menos de una difusora.
Junto a esta minúscula cabina un estante en donde se pusieron
los discos, de marcas famosas no más, grabados para 78 RPM.
A la entrada estaba la oficina minúscula, con teléfono,
máquina de escribir, escritorio, silla y una reproductora
magnetofónica para radionovelas.
El teléfono para intercomunicación por cable directo era tipo
de los que usaban en el lejano oeste, de vuelta y vuelta y bocina
al modelo exterior y así mismo los timbres.
Las siglas asignadas por la SCOP fueron XEKJ, potencia 250
watts de salida y frecuencia 1400 kc, en onda larga.
El Primer locutor se llamó Eduardo Moreno Flores.
Un ingeniero alemán, de apelativo Dortch, que queria mucho
a Acapulco se encargó de la
instalación de todo, construyo con sus manos la planta
transmisora.
El primer anuncio fué pagado por el Señor Carlos Varcácel,
español, muy conocido y estimado que fundó una gran familia en
Acapulco y costo treinta centavos, con duración de 30 segundos.
Acapulco era muy sonoro, tenía un eco especial y todo lo que
se decía al viento en seguida era sabido por todo el vecindario.
De ahi tanta expectación, creciente con las pruebas y la gente ya
quería captar en sus receptores elemetales lo que generara la KJ
local.
El 6 de julio de 1941 apenas amanecía cuando se repetían la
mañanitas con música y voces de amigos y conocidos a las
puertas de la casa-comercio-radiodifusora de marras.
La lluviá no impidió una concurrencia interminable, que
culminó en las horas vespertinas a pleno sol, pues no cabía en el
pequeño teatro y aún en el interior de la casa en donde se
repartían comida, refrescos, botanas y bebidas.
La autoridad municipal y la estatal enviaron representantes
con sus saludos y felicitaciones al esfuerzo y logro de la empresa.
Felicitaciones telegráficas, telefónicas y verbales se recibieron
todo el día. Regalos florales y otros presentes se recibieron.
Bellas chicas adornaron la fiesta.
Ante los micrófonos desfilaron personas de todas las
actividades. Larga lista fué la de los artistas, singularmente y en
grupo, que sudaban a mares, pero ponían el corazón de tanto
gusto y tantos aplausos y gritos, cantaron lo que el público pedía.
Los ritmos en boga eran bolero, swing, blues, danzón, corrido,
ranchera y algunas ocasiones las más populares canciones o
melodías instrumental es extranjeras, con los más célebres
intérpretes.
Un grito unánime impresionó al centro de la población y en
donde llegó a través de los micrófonos, en punto de las 13 horas,
cuando salió al aire la rúbrica de la popular KJ.
Por la XEKJ pasó como invisible pero audible mucha parte de
la historia de Acapulco.
En esta radiodifusora iniciaron las clases de ingles al aire a cargo de Sr. Morris Silverman , una hora al atardecer repartiendo el tiempo de la siguiente manera, la primera media hora dedicada a los niños con las frases más comunes de sus primeros pasos escolares, con la familia y los amigos. Los saludos, partes de sus casas, las calles, la ciudad, sus juegos, sus juguetes, sus libros y accesorios escolares, etc.
La media hora siguiente dedicada a los prestadores de servicios turisticos enseñando las frases mas elementales utilizadas para atender al visitante.
Programas, concursos teatro, pláticas, conferencias, sucesos
de gran trascendencia en la vida citadina, acciones de carnaval y
fiestas cívicas, bien en la cabina, o en el teatro estudio o a
control remoto pasaron por la XEKJ.
1 comentario:
Mipapa Rodolfo Wallace GUerra fue gerente en esa epoca cuando apenas empezo la XEKJ y tenia un programa llamado DON CHEMA TAMALES!!!
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